TyreXol™ MMA 30 es nuestro aditivo de caucho pretratado para uso por vía seca, fabricado a partir del polvo de caucho producido tras la trituración mecánica de NFVU´s (neumáticos al final de su vida útil). El tamaño máximo de partícula es menor de 600 micras.
Se utiliza la tecnología norteamericana de pretratamiento / activación (ECR - Engineered Crumb Rubber) para controlar el proceso de activación de la partícula de caucho.
TyreXol™ MMA 30 garantiza una mejora en las prestaciones técnicas de la mezcla asfáltica, así como de un mayor grado de sostenibilidad medioambiental de la misma.
Las principales ventajas del empleo de TyreXol™ MMA 30 en mezclas asfálticas se pueden resumir en:
- Técnicas
- Mayor vida útil del firme.
- Incremento en la resistencia frente a fisuración y deformaciones plásticas.
- Mejor comportamiento frente a fatiga que las mezclas convencionales.
- Económicas
- Debido al aumento de la vida útil del firme, reducción en los gastos de conservación y mantenimiento del mismo.
- Posibilidad de diseño de capas de firme de menor espesor que las convencionales manteniendo o mejorando las prestaciones de la mezcla asfáltica.
- El polvo de caucho activado es un aditivo más económico que otros polímeros sintéticos utilizados en la modificación de mezclas asfálticas.
- Medioambientales
- Las mezclas asfálticas con caucho son fonoabsorbentes más silenciosas, por lo que disminuyen el nivel sonoro del paso del tráfico rodado respecto a las mezclas convencionales.
- El empleo de polvo de caucho activado en mezclas asfálticas supone un compromiso real con la sostenibilidad medioambiental hacia una economía circular, evitando posibles daños derivados de una mala gestión de los neumáticos usados.
- Un refuerzo de firme con mezclas asfálticas con caucho, de 1 km. de longitud, 10 m. de ancho y 4 cms. de espesor de capa puede reutilizar entre 2.000 y 4.000 neumáticos al final de su vida útil.
- Debido a las características del TyreXol™ MMA 30, las mezclas asfálticas que lo incluyen en su formulación se pueden extender y compactar a temperaturas sensiblemente inferiores a las de las mezclas convencionales (mezclas semicalientes), lo cual supone un ahorro de emisiones de CO2 a la atmósfera, así como un menor consumo de combustibles y energía.